La arraigada cultura de compra en nuestro país y el mito de que “el tocho nunca baja”, sin duda, nos calentó a todos metidos en una fiesta de pleno empleo, financiación casi gratis y rentabilidades infinitas con operaciones especulativas.
De repente, quien más quien menos, hacia sus pinitos en el sector inmobiliario, muchos adquiriendo viviendas sobre plano y haciendo un “pase” antes de escriturar multiplicando por varias veces la cantidad invertida y otros abandonando sus trabajos para convertirse en promotores. Durante años todos ellos obtuvieron pingües beneficios, pero por desgracia al ser humano le cuesta parar y la mayoría reinvirtieron todas sus ganancias en nuevas operaciones partir del 2005 y se hoy se encuentran en serías dificultades que se han transmitido fugazmente, como si de un virus letal se tratara, a toda la economía a través del sector financiero.
Pero revisemos las claves para entender como hemos llegado a esta situación. De forma resumida son las siguientes:
- Excepcionales condiciones de financiación
- Las expectativas alcistas de precios fortalecieron la demanda convirtiéndose en el activo preferido para los inversores
- La inversión de vivienda pasó del 6,1% del PIB en 2000, al 9,5% en 2006-07
- La fuerte inversión en inmuebles residenciales paralizó la inversión de otras actividades productivas
De repente, la fiesta se acaba, un terremoto de dimensiones descomunales nos sacude, nos apagan la música, encienden las luces y nos invitan a salir de la discoteca, el problema es que la gran mayoría no es capaz de coger el coche para volver a casa.
Algunos profesionales del sector llevamos ya unas horas sin consumir alcohol ya que éramos conscientes de que todo tiene un límite, pero nadie previó la terrible sacudida dos años antes, que es lo que tarda en madurar un proyecto inmobiliario; nadie contaba con la crisis financiera internacional.
El verdadero causante del pinchazo inmobiliario no ha sido un sobrecalentamiento de los precios o una sobre producción de viviendas, ha sido el cerrojazo del crédito producido por la crisis financiera mundial.
¿Qué hubiera ocurrido si el sistema financiero no se hubiera caído? En mi opinión, si no se hubiera cerrado de golpe el crédito bancario, hubiéramos entrado en 2008 en un largo periodo de congelación de precios o de descensos suaves que hubiera durado probablemente más de un lustro, ajustándose de forma progresiva la oferta y la demanda. Esta congelación de precios habría puesto en una muy delicada situación a los promotores imprudentes y temerarios que hacían sus inversiones descontado las subidas de precios de los próximos años…….pero creerme no todos estaban así de locos
MAY
2011
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